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Una de las más importantes iniciativas educacionales en la comuna cumplió 10 años de trayectoria. Se trata del programa BETA de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el cual se encarga de estudiantes de sexto a cuarto medio de la ciudad, tanto de establecimientos municipales como particulares subvencionados, la posibilidad de explotar su talento académico y desarrollar sus conocimientos y capacidades en un entorno educativo de alta calidad.
Para cerrar el semestre, el programa BETA salió por primera vez de las aulas de la PUCV para realizar en el Liceo Bicentenario una Feria de Aprendizaje, instancia en que los alumnos fueron distinguidos por su esfuerzo y tuvieron la oportunidad de mostrarle a sus familias y cercanos todo lo que la iniciativa les ha entregado.
Es por lo anterior que el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, quiso destacar el impacto del programa en los jóvenes porteños, el cual ha sido duradero en las 10 generaciones que han podido disfrutarlo.
“Tenemos ya varios hitos. El primero es que salimos de la PUCV para hacer esta Feria de Aprendizaje en el Liceo Bicentenario, lo que nos tiene muy sorprendidos porque podemos ver cómo los alumnos pueden desarrollar durante todas estas jornadas lo que hoy a través de esta feria se está exponiendo. Nosotros ya llevamos más de 30 establecimientos educacionales de la comuna que participan de ello y es motivo de especial orgullo ver cómo se manejan y ver cómo surgen alumnos con excelencia, destacados, y contentos de participar del programa”, señaló.
El programa contempla la realización de desafiantes talleres y cursos en temáticas de las Ciencias Sociales, Humanidades, Ciencias Básicas, Ciencias del Mar, Matemática, Ingeniería, Artes Plásticas y Musicales, así como muchas otras, donde los jóvenes no sólo tienen la posibilidad de ampliar sus conocimientos, sino que también de afinar sus capacidades afectivas y sociales, lo que hace que el proyecto sea completamente integral.
Es gracias a la alta trayectoria que los coordinadores y docentes que son parte del programa han podido ver con sus propios ojos los frutos de sus enseñanzas y la participación de los jóvenes, manteniendo contacto con algunos que incluso egresaron de la universidad.
“Los frutos los hemos visto en los estudiantes, en sus familias, quienes han cambiado las expectativas de desarrollo de su futuro que, quizás en un momento, no sabían que tenían un talento especial y nosotros hemos aportado un granito de arena en el desarrollo de sus capacidades y competencias académicas en distintas áreas, como matemáticas, ciencias, lenguaje, literatura, biología, etc”, afirmó David Aceituno, presidente del programa.
Esta iniciativa se imparte además en otras sedes de la Universidad Católica en el país, pero Valparaíso no ha pasado desapercibido gracias a la importante cantidad de alumnos que cada año se interesa por los talleres que ofrecen. Este semestre, fueron 220 los matriculados, donde 93 de ellos pertenecían a 12 colegios de la Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval), quienes pudieron disfrutar de la amplia gama formativa que se ofreció.
La familia también es un elemento crucial para desarrollar las materias a cabalidad, ya que los padres, apoderados y docentes de los establecimientos participan en talleres formativos para apoyar a los alumnos en su formación académica y otorgándoles los elementos necesarios para ser parte de este proceso. Este completo calendario permite que cada año más del 90% de los matriculados ingrese a la educación superior, aportando a la colaboración y la formación integral.
