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Como una forma de fomentar una recuperación física a temprana edad y fortalecer el vínculo afectivo con los padres, la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación habilitó un moderno gimnasio pediátrico en el nuevo Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ.
Este novedoso espacio está destinado a pacientes, desde recién nacidos que permanecieron internados durante un tiempo prolongado en el Servicio de Neonatología, hasta niños que alcanzan los nueve años de edad.
Así lo destacó Patricio Bernal, kinesiólogo de la Unidad, quien señaló que “lo más habitual son pacientes prematuros que nacen antes de las 37 semanas y pacientes hipotónicos que tienen un nivel basal de la musculatura menor a lo normal. Desde ahí se realizan las distintas estimulaciones tanto en posición boca arriba, boca abajo, giros, para que el bebé vaya adquiriendo mayor control de su cabeza y de su tronco para a futuro lograr su desarrollo psicomotor”, indicó el profesional.
Así lo pudo comprobar Lesdig Boscan, cuyo hijo Thiago de sólo dos meses de vida, nació con déficit de oxígeno en el tejido sanguíneo, que le impide mantener estable su control corporal. Permaneció 17 días internado en el Servicio de Neonatología y tras el alta, comenzó su terapia. “Llevamos tres terapias y me han dicho que ha evolucionado bien, acá en el hospital le han realizado los ejercicios correspondientes y todo bien. Me parece bien que tengan un gimnasio y que estén pendientes de los niños que han pasado por esto” indicó.
En los servicios de Pediatría y Neonatología, hay lactantes y niños que dado su complejo diagnóstico, pasan por largos períodos de hospitalización, perdiendo capacidad sensorial y motora frente a ciertos estímulos. Por este motivo, los terapeutas ocupacionales juegan un rol preponderante para restablecer la conexión del niño o niña con el entorno y que puedan recuperar la sensibilidad o capacidad resolutiva a nivel cognitivo ante condiciones propias de la vida cotidiana e incluso, recuperar el vínculo afectivo con sus padres a través de terapias dinámicas enfocadas siempre en juegos infantiles.
En ese contexto, Natalia Álvarez, terapeuta ocupacional de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación, señala que “es muy importante que haya un gimnasio específico para niños, que sean motivantes y que le pueda entregar todos los estímulos necesarios. Aquí están las colchonetas, te dan una textura distinta al piso, hay trampolín y la idea es que se entregue una estimulación vestibular, visual, táctil, que sean atractivas para los niños y que tengan todo tipo de estímulos desde que nacen, hasta los nueve años que es la primera infancia. La idea es que todos los objetos que están aquí potencien el desarrollo del niño, ya sea en la parte escolar, preescolar e infantil”.
Rol familiar
Actualmente el gimnasio pediátrico permite dar seguimiento a niños prematuros. Ellos, a las dos semanas de recibir el alta desde el Servicio de Neonatología, son evaluados por la kinesióloga a cargo, junto a un equipo multidisciplinario de profesionales. Esto permite que cada profesional aporte en el desarrollo integral y psicomotor del menor, con el propósito de prepararlo para que pueda participar en todas las actividades y ambientes a los que está expuesto, fomentando de paso la participación de la familia en su recuperación.
En ese ámbito, el kinesiólogo Patricio Bernal, asegura que esta instancia también favorece el aprendizaje de los padres con el fin de complementar el tratamiento en el hogar, señalando que esto se hace “para que ellos también dentro de la casa puedan desarrollar y estimular al bebé de una forma correcta, darles las herramientas de manera visual y explicativa para que el papá o la mamá realice estas acciones en su casa de buena forma y no solamente se haga acá una sección”, argumentó.
