Para este jueves estaba programada la visita de gerentes de la empresa Torre al Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota. El objetivo de la misma era visitar las nuevas dependencias donde trabajan internos armando carpetas para la compañía.
El remozado espacio laboral, que fue financiado por la misma empresa, se ubica en el pabellón uno y forma parte del plan de trabajo para la población penal, ideado por el jefe de la unidad, teniente coronel Mario Contreras.
La iniciativa emprendida por el alcaide del recinto contempla aumentar a tres los pabellones laborales, lo que implicará un aumento en la cantidad de privados de libertad que realicen trabajos al interior del recinto.
El primer paso de este plan fue trasladar a los internos que trabajan para Torre desde el pabellón dos al uno, donde tienen más espacio para la confección de carpetas. Esta medida se tomó pensando que durante el año 2019 eran 15 los reclusos que se dedicaban a estas labores, mientras que para este 2020 se espera llegar a 40.
El teniente coronel Contreras destacó que “vamos a propiciar las condiciones para que el módulo tres sea de internos del área laboral, aumentar el personal que cumple esa función de custodia y reinserción de la población penal. Lo más importante es que los internos ocupen el tiempo de ocio en trabajar y que eso repercuta en forma positivo en ellos y sus familias”.
“Esto viene acompañado de que los internos mejoren la conducta, en el sentido de que bajan los hechos violentos, bajan las situaciones de conflicto. Este tema laboral ayuda a la convivencia interna, mejora las condiciones de seguridad de un recinto y esto beneficia al personal”, sostuvo el jefe de unidad.
Marcía Ugarte, gerente de Recursos Humanos de la empresa, destacó las cerca de dos décadas que vienen trabajando junto a la unidad penal quillotana.
“Llevamos 17 años trabajando (con los internos) y ha sido una buena experiencia. Yo creo que ha sido un aporte. Para nosotros es muy importante el tema de calidad de vida, lo trabajamos mucho con nuestros trabajadores acá en la empresa y el aporte que hicimos (en el pabellón 1) es una extensión de este sentir. Estamos súper orgullosos de que esto se haya concretado”.
Las conversaciones sostenidas entre ambas entidades han permitido aumentar el pago que los privados de libertad reciben por cada carpeta. Además, se está analizando la posibilidad de una futura reinserción laboral de internos que formen parte de este taller laboral.
Uno de los reclusos que trabaja en el pabellón 1 es Daniel Olguín, quien destaca que lo que gana es para ayudar a su familia y alcanzar una oportunidad de trabajo una vez que recobre su libertad.
“La experiencia ha sido buena para ayudar a nuestras familias, para que puedan ocupar este dinero en lo que más necesiten en la casa. Sería primordial que nos dieran un permiso laboral para poder salir y hacer lo que nos gusta a las personas, que es trabajar. Me gustaría reinsertarme a la sociedad”.
Respecto a la iniciativa de promover el trabajo entre quienes se encuentran privados de libertad, el seremi de Justicia y Derechos Humanos, José Tomás Bartolucci, expresó que «El trabajo dignifica al ser humano, se dice popularmente. Acá nos encontramos dando una respuesta digna para personas que cumplen condena en este centro penitenciario, a través de una virtuosa alianza con la empresa Torre, fortaleciendo, a través del trabajo remunerado intrapenitenciario, los procesos de reinserción social que como gobierno venimos impulsando como estrategia para disminuir la reincidencia penal y avanzar hacia un Chile más justo e inclusivo».
El siguiente paso que Gendarmería espera dar en esta fructífera sociedad público – privada sería la inserción laboral de los internos que puedan acceder a un permiso laboral y/o de quienes cumplan sus condenas y salgan en libertad. Además, gracias al apoyo de la unidad de desarrollo económico del municipio se espera poder reactivar el taller de corte y confección.