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Alcanzar el grado máximo de la planta de suboficiales y gendarmes es motivo de gran orgullo y alegría para los funcionarios de Gendarmería, pero también lo es para la institución que los ha cobijado durante décadas. Con el objetivo de reconocer una ardua carrera es que este miércoles se efectuó la ceremonia con que se festejó al personal.
La actividad se realizó en el Museo Marítimo Nacional y contó con la presencia de la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez Huenchuleo, el director regional de Gendarmería, coronel José Luis Meza Guajardo, la Prefecta Inspectora Sandra Gutiérrez Pérez, jefa de región policial de Valparaíso, entre otras autoridades.
En total 20 gendarmes ascendieron de grado, ente ello nueve suboficiales mayores, quienes recibieron sus nuevos grados y una medalla. La condecoración viene a reconocer el trabajo realizado en pos de la seguridad pública de nuestro país.
El coronel Meza destacó la labor realizada por el personal que accede al último grado de la planta dos, sosteniendo que se trata de “funcionarios que tienen una vasta experiencia en la Institución, que han entregado gran parte de su vida al servicio público, a la paz social, a la seguridad. Funcionarios que todos los días de la semana están demostrando liderazgo con su personal, un apoyo importante en lo que es la gestión de los alcaides de las unidades”.
Por su parte el suboficial mayor Rodrigo Carrasco reconoció que: “Este es un hito dentro de la carrera de cada funcionario que se planteada llegar hasta el último grado de su escalafón. En lo personal es un desafío, siempre lo ha sido poder cumplir con los cánones para ir cumpliendo con los ascensos y, por lo tanto, es un deber ser porque marca una pauta de ruta que uno debe ser y no parecer”.
La seremi de Justicia participó activamente en la ceremonia, entregando los nuevos grados y condecorando a los uniformados.
La autoridad afirmó que la ocasión fue un lugar “donde se reconocen las capacidades y profesionalismo con que funcionarias y funcionarios de nuestro servicio llevan a cabo su labor y nos permite, desde el ministerio de Justicia y Derechos Humanos, no solo reforzar el compromiso que tenemos, sino que también recordar cuales son los estándares que debemos cumplir respecto de la probidad administrativa y, por supuesto, la protección de derechos humanos de cara a las personas privadas de libertad”.
El cuatro de julio de 1984 se celebró por primera vez el ¨Día del Suboficial Mayor de Gendarmería”. En aquella oportunidad la ceremonia se llevó a cabo en la escuela institucional, iniciándose así una tradición que se mantiene viva hasta el día de hoy y que se ha expandido a lo largo y ancho de todo el país.
