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La Convención de los Derechos del Niño, aprobada el 20 de noviembre de 1989, establece que “todos los niños, niñas y adolescentes, tienen el derecho a vivir en familia”, en un entorno protegido y tranquilo. Sin embargo, cuando sus derechos se ven gravemente vulnerados y deben ser separados de su medio familiar por orden judicial, es el Estado quien realiza el ejercicio de cuidado y protección.
Ante esto, el Programa de Familias de Acogida Especializada (FAE) contempla una respuesta inmediata a aquella población infantil que requiere una medida alternativa transitoria a la modalidad residencial tradicional, para constituirse como un sistema de cuidado alternativo a la internación de niños y niñas menores de tres años de edad y sus hermanos o hermanas menores de 18 años, que han debido ser separados de sus familias.
Actualmente, en la región de Valparaíso, existen 12 programas FAE desplegados por todo el territorio, y su atención principal está enfocada en niños y niñas entre 0 y los 3 años. Sin embargo, a raíz de la falta de familias que quieran acoger, los dispositivos se encuentran atendiendo menos niños o niñas de los que podrían.
“Durante los primeros años de vida, el ser humano es especialmente vulnerable, ya que la satisfacción de sus necesidades básicas depende de la presencia de un cuidador adulto que las cubra. Para conseguir un desarrollo adecuado de la salud mental, es esencial que el o la lactante, niño o niña de mayor edad experimente una relación cálida, íntima y continúa con la figura adulta que tiene sus cuidados”, explica la coordinadora del Programa FAE de Administración Directa del Servicio Mejor Niñez de Valparaíso, Claudia Arcos.
“Para que exista la satisfacción de necesidades y, en particular, la del afecto, resulta importante que sea cubierta en un entorno familiar, donde la presencia de adultos es fundamental para que esto suceda”, agrega.
Mamá de corazón
Vania Stanic tiene 58 años, es madre biológica de tres hijos y “mamá de corazón” de cinco niños y niñas que pasaron por su acogimiento. “Con mucho miedo tomé esta tarea, pero ya llevo tres años en esto. He recibido a guagüitas desde los 15 días”, cuenta, asegurando que, inevitablemente, lo más difícil es la hora de entregar al niño o niña bajo su cuidado.
“Con mucha pena uno entrega a los niños, pero sí con la satisfacción de que les dimos todo a esos bebés y se fueron contentos. Ese beso, ese abrazo. Que el niño no se vaya llorando, creo que es la mejor satisfacción que uno tiene como madre”, manifiesta.
En esa línea, Arcos explica que “en consideración a la transitoriedad de esta medida, el equipo del Programa realiza un acompañamiento permanente del proceso de ingreso, adaptación del niño o niña con la familia y de la familia con el niño o niña. Brindamos apoyo directo a los miembros de la familia, reforzando su capacidad de cuidado, además de explicitarles el compromiso del equipo del Programa FAE con su proceso”.
Asimismo, asegura que “los y las profesionales le entregan la información a la familia acerca de las especificidades de cada caso, desde la intervención y resoluciones judiciales hasta modalidades de visitas de familiares biológicos, requerimientos de cuidados, lugares de asistencia como centros de salud, educacionales, entre otros”, además de ser provistas de insumos para cubrir las necesidades del niño o niña en acogimiento, tales como alimentos no perecibles, vestimenta, calzado, útiles de aseo, silla de auto, coche u otro que pueda requerir para ejercer el cuidado.
Para postular como familia de acogida, se debe realizar la inscripción en www.mejorninez.cl en el banner de “Familias de Acogida” o en el correo electrónico fae.valparaí[email protected] desde donde serán contactados.
