A pocos días de una nueva jornada electoral, la ciudadanía se organiza para acudir a las urnas en un contexto marcado por días calurosos en distintas regiones del país.
Estas condiciones pueden afectar la salud de manera significativa, sobre todo en personas mayores y en quienes viven con enfermedades crónicas, ya que presentan mayor riesgo de descompensaciones, golpes de calor y deshidratación.
Ante este escenario, resulta fundamental adoptar medidas de autocuidado que permitan una votación tranquila y sin imprevistos.
Valeska Lucero, académica de la Carrera de Enfermería de UDLA Sede Viña del Mar, comparte una serie de recomendaciones e invita a la comunidad a “ejercer su voto con responsabilidad, priorizando su bienestar físico y el de sus seres queridos, aplicando sencillas medidas pueden marcar la diferencia para una jornada electoral sin complicaciones de salud”.
- Cuidar a personas mayores y a quienes pertenecen a grupos de riesgo, pues son más sensibles a los efectos del calor y al agravamiento de condiciones de salud preexistentes. En las filas se recomienda facilitar su acceso y que acudan acompañados.
- Cuidar la piel. Antes de salir, aplicar bloqueador solar con factor 50 o superior, que proteja frente a rayos UVA y UVB y que sea resistente al agua. La piel actúa como barrera del organismo, por lo que requiere protección adecuada.
- Optar por ropa liviana. Preferir prendas claras y frescas, además de sombreros o sombrillas para disminuir la exposición directa al sol.
- Evitar horarios de mayor radiación: entre las 12:00 y 16:00 horas se concentran las temperaturas más altas, por lo que es recomendable votar en otros momentos del día.
- Hidratarse y alimentarse bien. Llevar agua fría y beber de manera continua, incluso sin sensación de sed. Evitar bebidas alcohólicas, café y líquidos azucarados, ya que incrementan la deshidratación. Consumir frutas y verduras frescas antes de acudir al local de votación.
- Mantener tratamientos médicos al día. No omitir medicamentos habituales para prevenir descompensaciones relacionadas con enfermedades crónicas.
- Descansar adecuadamente. Una buena calidad de sueño y alimentación equilibrada contribuyen al autocuidado. Dormir bien ayuda a enfrentar mejor las altas temperaturas.
- Identificar señales de golpe de calor. Este puede producirse tras una exposición prolongada al calor o al sol directo. Entre sus manifestaciones se encuentran temperatura corporal sobre 40°C, piel caliente y seca, desorientación, mareos, dificultad para hablar, pérdida de conciencia, respiración acelerada, pulso rápido, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, debilidad y calambres. Ante estos signos, se debe llamar al 131 y trasladar a la persona a un lugar fresco, aplicando paños fríos en zonas como el cuello mientras llega la asistencia.
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