Las celebraciones de Fiestas Patrias suelen extenderse por varios días, lo que se traduce en un mayor consumo de preparaciones tradicionales como empanadas, anticuchos, asados y pastel de choclo, además de postres y bebidas. Estos alimentos, generalmente altos en calorías, pueden tener efectos negativos en la salud si se consumen en exceso.
Gabriela Lizana, Directora de Carrera de Nutrición y Dietética de UDLA Sede Viña del Mar, señala que no se trata de prohibir su consumo, sino de aprender a comer de manera adecuada y consciente, respetando las porciones adecuadas de alimentos. Una estrategia práctica, sencilla y eficaz para lograrlo es aplicar el “Método del Plato”.
Esta técnica, creado por expertos de la Universidad de Harvard, busca orientar a la población para reunir en un solo plato todos los nutrientes necesarios para una alimentación completa, variada, equilibrada y saludable, en proporciones correctas, dividiendo el plato en tres partes. La distribución recomendada es la siguiente:
- Un 50% del plato debe estar compuesto por verduras y vegetales, tanto de libre consumo, que son las de hojas verdes, ricas en fibra y agua (lechuga, apio, espinaca, achicoria, pimentón, ají) como las generales, que tienen un mayor aporte de carbohidratos (tomate, cebolla o ensalada a la chilena, brócoli, zanahoria cruda o cocida, poroto verde, coliflor, pebre).
- Un 25% del plato debe contener cereales o carbohidratos complejos, como papas, choclo, habas, arvejas, arroz o pastas.
- El otro 25% del plato debe tener proteínas, que pueden provenir de carnes rojas, blancas (pollo, pavo, pescado), huevos o legumbres. En el caso de la carne roja, se recomienda optar por cortes magros como posta, abastero, punta paleta o lomo liso. El pollo debe consumirse sin cuero y para el cerdo preferir la pulpa en lugar del costillar.
La nutricionista recuerda que las Fiestas Patrias son instancias para compartir y disfrutar, pero con equilibrio y autocuidado. Advierte que el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas saturadas, proteínas animales, alcohol y azúcares simples puede provocar problemas digestivos como reflujo gastroesofágico (acidez), gastritis, enlentecimiento del tránsito intestinal, deshidratación, acumulación de grasa en el hígado y otras complicaciones.
“Al poner en práctica este método, se pueden combinar diferentes alimentos, pero siempre respetando las proporciones. Por ejemplo, en el cuarto de plato destinado a proteínas, durante un asado se pueden incluir carne de vacuno, cerdo y pollo, pero sin sobrepasar el espacio asignado. Lo mismo ocurre con vegetales y carbohidratos. Una vez servida la porción, no debe repetirse”, explica.
Recomendaciones:
- Planificar los menús de cada día, evitando concentrar todas las preparaciones típicas en una sola jornada.
- Mantener horarios regulares de alimentación (desayuno, almuerzo, once, cena y colaciones si es necesario), sin prolongar ayunos que lleven a comer en exceso.
- Evitar el consumo constante de aperitivos o “picoteos” entre comidas, que incrementan la ingesta calórica y favorecen el reflujo.
- Asegurar una buena hidratación y aporte de fibra, fundamentales para el tránsito intestinal.
- Preferir agua natural o saborizada, y en caso de consumir alcohol, optar por una copa de vino, evitando destilados y bebidas azucaradas.
- Reemplazar la mayonesa por pebre.
- Comer despacio y detenerse al sentir saciedad.
- Elegir postres más saludables, como fruta fresca, mote con huesillo o helado de agua.
- Incorporar actividades físicas propias de estas fechas, como bailar cueca, encumbrar volantines, participar en juegos tradicionales o caminar en familia.
“Las Fiestas Patrias no deben convertirse en un período de desajustes extremos. La clave está en mantener una alimentación variada, equilibrada y saludable durante todo el año, y no solo preocuparse después de los excesos”, enfatiza la académica.