Las transfusiones de sangre en pacientes con cáncer son un recurso habitual y seguro. Y es que se requieren para reemplazar la sangre perdida, aumentar la capacidad para transportar oxígeno o corregir problemas de coagulación, pero en ciertos casos, existen estudios clínicos que analizan la posibilidad de riesgo que presenta este procedimiento en algunos pacientes.
El hematólogo del Hospital Dr. Gustavo Fricke, Dr. Carlos Merino, expuso este tema en una Jornada sobre hematología organizada por la Fundación Lucas Sierra, orientada a profesionales del área de la salud de distintos hospitales del país, donde explica que existe relación entre la transfusión, problemas de morbilidad y trombosis en pacientes oncológicos, lo que afecta la sobrevida global de quien padece el cáncer, razón por la cual, el equipo clínico debe considerar otros tratamientos antes de elegir como acción terapéutica, la transfusión sanguínea.
De acuerdo con el médico, “siempre la transfusión es una manera fácil y rápida de corregir una anemia, pero hay que pensar en la transfusión como un medicamento, o sea, puede tener reacciones adversas. Está demostrado que los pacientes con cáncer que reciben transfusión, sobre todo en cáncer sólido como cáncer gástrico, colon o mama, puede disminuir la probabilidad de sobrevida al cáncer”.
El doctor sostiene que existen otras alternativas para superar la anemia, de modo de ampliar las opciones para tratar. “Por ejemplo, utilizar fierro, vitamina B12, inyectar eritropoyetina, en definitiva, se puede buscar otras opciones. Hay pacientes donde es imposible evitar la transfusión porque de eso depende la vida, pero ojalá optimizar el recurso”.
Una mirada que compartió durante la clase que dictó en el Hotel Pullman de Viña del Mar, y del que participó el equipo médico de la Unidad de Hemato Oncología del Hospital Dr. Gustavo Fricke. Quién lidera la instancia, doctora Christine Rojas, destacó el tópico abordado ya que, va en la línea de mejorar la atención en salud de los pacientes con cáncer.
“Nuestro objetivo es poder mejorar a nivel regional la atención de nuestros pacientes oncológicos porque es una necesidad apremiante, no solo para nosotros centrados en el hospital, sino que para toda la población. Y tratar de, independientemente de que esto está orientado al tratamiento, no olvidar que la parte preventiva, el comer saludable y hacer ejercicio, disminuyen el riesgo de cáncer”.
Indicación de transfusión
La transfusión de sangre sí está indicada para el tratamiento de personas que, en un momento determinado, presentan alguna carencia de algún componente sanguíneo que no puede ser compensada por los medios indicados por el médico. Este es el caso de las personas con leucemia mieloide crónica que, como otros pacientes con cáncer, pueden necesitar transfusiones debido a que la médula ósea ha perdido temporalmente la capacidad de fabricarlas.
La transfusión de sangre es un procedimiento mediante el cual se hace pasar sangre de una persona donante a un paciente receptor, de forma que se pueda reponer en este último el volumen sanguíneo, se mejore la hemoglobina y la capacidad de transporte de oxígeno, entre otras sustancias. Mediante una transfusión también se pueden compensar déficits de componentes de la sangre.