Un estudio de Universidad de Las Américas (UDLA), liderado por la Vicerrectora de Sede Viña del Mar, Paola Espejo, analizó la percepción y los saberes de docentes respecto del uso de inteligencia artificial generativa y modelos de lenguaje a gran escala en el ámbito educativo, identificando cómo el profesorado comprende y enfrenta la incorporación de estas tecnologías en sus prácticas pedagógicas.
La investigación fue publicada en la European Public & Social Innovation Review y se desarrolló en el marco del programa Aula del Futuro, iniciativa de UDLA que se desarrolla desde el 2020 y cuyo propósito es fortalecer las competencias pedagógicas de los docentes mediante la adopción responsable, ética e inclusiva de la IA y las nuevas tecnologías aplicadas a la enseñanza.
El estudio consideró la participación de 41 docentes de la Región de Valparaíso, pertenecientes a distintos niveles educativos, desde educación prebásica hasta enseñanza media. A través de un cuestionario de 13 preguntas, se indagó en su conocimiento sobre herramientas de inteligencia artificial, su uso en el aula, así como en las actitudes y emociones asociadas a su incorporación en los procesos educativos.
Entre los principales resultados, se observó que un 65,8% de los docentes declaró conocer aplicaciones de inteligencia artificial y un 97,5% consideró que estas herramientas contribuyen a mejorar su práctica docente. En relación con su uso en el aula, el 24,3% señaló que ya las utiliza, mientras que un 68,3% manifestó disposición a incorporarlas en el corto plazo. Solo un 7,3% indicó que no las adoptaría.
La percepción sobre las brechas tecnológicas también fue parte del análisis. El 95,1% de los docentes estimó que sus estudiantes poseen mayores conocimientos tecnológicos que ellos, lo que refuerza la necesidad de formación continua para los profesores.
En cuanto a las dificultades para implementar inteligencia artificial en el aula, el principal obstáculo identificado fue la inestabilidad del acceso a internet, con un 61% de las respuestas. Le siguieron la falta de competencias digitales y conocimientos específicos, con un 24,3%. El temor al uso de estas tecnologías fue señalado solo por un 2,4% de los encuestados.
Respecto de las emociones asociadas a la IA en el contexto educativo, un 75,6% de los docentes indicó sentir entusiasmo frente a su incorporación en el aula. Asimismo, el 92,6% señaló que su percepción sobre las tecnologías educativas cambió tras la experiencia de la pandemia, marcando un punto de inflexión en su relación con estas herramientas.
“La integración de la inteligencia artificial en la educación es percibida por los docentes como una oportunidad más que una amenaza. Independientemente de su contexto, urbano o rural, los profesores valoran su potencial para fortalecer la enseñanza y el aprendizaje, mejorar la motivación estudiantil y optimizar la preparación de materiales pedagógicos”, señaló Paola Espejo.
La autoridad académica explicó que la pandemia cambió la percepción de los profesores respecto de las tecnologías educativas, surgiendo la necesidad de incorporarlas para sostener la enseñanza, lo que generó apertura, curiosidad y confianza en su uso.
“Hoy los profesores reconocen que la inteligencia artificial generativa llegó para quedarse y asumen el desafío de perfeccionarse en su aplicación pedagógica, como un complemento a su labor docente y un aliado en la transformación educativa y para responder a los desafíos del entorno tecnológico”, afirmó.
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