Con la llegada de las celebraciones de fin de año, aumenta la presión social por demostrar afecto a través de regalos materiales. Mucha gente se vuelca a las calles en busca del regalo perfecto, del obsequio solicitado o del presente que cause impacto en quien lo recibirá. Pero en esa búsqueda es que muchas personas pierden la tranquilidad al someterse al estrés de la compra y las grandes aglomeraciones.
Si bien entregar obsequios es parte de la tradición de estas fiestas, la fundación Salud Circular invita a las personas a no perder el foco en lo importante, y priorizar los afectos y los momentos de compartir con la familia y los amigos, por los innumerables beneficios que estos reportan a la salud emocional y física de las personas, sobre todo en fechas donde estos encuentros toman mayor relevancia.
Para Sandra Lanza Sagardia, presidenta de la Fundación Salud Circular la satisfacción de recibir un regalo dura un minuto, en cambio la que proporciona un abrazo o una conversación afectuosa y genuina, tiene un efecto profundo y duradero en las personas. Prácticas tan simples como conversar sin apuro, compartir momentos significativos o acompañar a alguien generan efectos muy positivos en el bienestar emocional.
“En esta época del año solemos enfocarnos en comprar, envolver y entregar objetos, cuando lo que realmente deja una huella es la presencia. El cariño, la atención y la compañía no solo generan felicidad inmediata, sino beneficios permanentes para la salud mental y emocional. Por eso llamamos a revalorizar los gestos cotidianos: una conversación sincera, un abrazo, una visita inesperada, un momento de escucha genuina. Acciones simples que pueden aliviar la soledad, fortalecer lazos familiares y contribuir a un entorno más cálido y humano durante las festividades”, puntualizó Sandra Lanza.
Por su parte Carla Bonatti Paredes, vicepresidenta de la organización destacó la importancia de reconectar con el sentido humano de estas fechas. “Estas celebraciones no necesitan ser un maratón de compras para ser significativas. Lo que realmente transforma es la cercanía, estar, escuchar, acompañar. Hoy más que nunca, invitamos a las familias a detenerse un momento, mirar a quienes tienen al lado y regalarles algo que no caduca ni se pierde, darles un espacio de presencia y afecto genuino”, puntualizó la profesional.
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