Neuroartes: cómo el trabajo transdiciplinario logra tejer conexiones subterráneas del conocimiento para avanzar hacia la integración humana

Luc Delannoy  es un filósofo, sinólogo  y escritor belga, su investigación se enfoca en los estudios de la mente y la conciencia humana, así como en las relaciones entre arte y salud mental.

Es un espíritu inquieto, ha navegado por las distintas aguas del conocimiento durante toda su vida, buscando respuestas, diseñando nuevas preguntas con las que abordar la siempre misteriosa trayectoria de la humanidad.  Estudió filosofía, viajó a China, Nueva York, México, etc. Profundizó conocimientos en chino mandarín, estudió neurociencias y luego física cuántica, ha vivido en distintos países buscando nuevas propuestas, ideas y creaciones.  Y entendió que la mejor fórmula para avanzar en el conocimiento humano es generar puentes entre las diferentes disciplinas, vinculando “corrientes subterráneas” ,como lo señala, en las diferentes disciplinas, para proponer ideas y vinculaciones , más allá de la especialidad.

De bosques y raíces

El mundo contemporáneo está hecho para especialistas, yo soy de buscar entre las diferentes disciplinas, las raíces, como un bosque donde hay una vida social muy activa debajo de la tierra, todas las especies vegetales se comunican y he estado buscando estas redes subterráneas que vinculan diferentes disciplinas”, señala.

En Nueva York constituyó una red de diferentes profesionales de distintos continentes, el Instituto de Neuroartes, para generar un intercambio de ideas, enfocado principalmente en la salud mental, “a través de cada disciplina, se generó una red de personas afines y formalizamos esta red  en el Instituto de Neuroartes, para darle una forma legal a todos estos movimientos en ebullición” 

También en México realizó diferentes proyectos asociados a las neuroartes con poblaciones de niños y adultos mayores, algunos en estado de calle o con demencias avanzadas. A raíz de estas investigaciones, la Universidad de Valparaíso lo invitó, a través de la Facultad de Medicina, para el proyecto Gerópolis, donde realizaron talleres y capacitaciones y luego diseñó un diplomado en Neuroartes.

Envejecimiento, aislamiento o integración

Respecto al envejecimiento de la población, un tema de salud pública presente en nuestro país y en la red asistencial, y la realidad con la que trabaja cada día el Hospital Geriátrico La Paz de la Tarde,  señala: “Sabemos que hay una inversión de la pirámide poblacional, y frente a esta tendencia mundial, aún no vemos respuestas por parte de la clase política; no hay interés ni voluntad política de atender la inversión de la pirámide poblacional,  por ejemplo, hoy en la estación de trenes de Limache, me di cuenta que el 70% era solo adultos mayores. El envejecimiento es la evolución normal de cualquier organismo vivo. El reto es cómo envejecemos, no es llegar a avanzada edad, sino en qué condiciones llegamos. Consideramos que lo que llamamos los problemas cognitivos o las enfermedades neurodegenerativas no son condiciones naturales del envejecimiento, son agregadas, por diferentes tipos de factores, al proceso natural de envejecimiento, entonces hay que tener voluntad política clara para atender el envejecimiento”.

Neuroartes: fomentar los procesos creativos

También aborda lo que muchos denominan la futura pandemia: la soledad, “En el envejecimiento, se da el aislamiento más que la soledad, porque no estamos solos, somos miembros de la misma especie, pero hemos abandonado la tendencia a la solidaridad que se manifiesta en las especies. Entonces, tenemos que recuperar el sentimiento de solidaridad entre los humanos y podemos hacerlo a través de diferentes actividades, a nivel social, por ejemplo, hay muchas cosas que se pueden hacer. El envejecimiento se prepara, se requieren cambios en política educativa desde el kínder, estudiar el envejecimiento cerebral, temas medioambientales, stress laboral, todos son factores que contribuyen a un deterioro del proceso de envejecimiento. La situación presente se puede tratar a través de diferentes tipos de talleres, hemos visto y hemos experimentado diferentes procesos creativos de los individuos, independientemente de su edad, que conlleva cambios sicológicos fuertes y cambios neurofisiológicos fuertes. Suceden cosas con los procesos nerviosos y las funciones cerebrales. Estas actividades creativas deben hacerse en convivencia, no de manera aislada, la convivencia es fundamental, así nos conectamos físicamente con los campos electromagnéticos, con las ideas, con el conocer otras personas, eso es fundamental. También generamos programas de manera intergeneracional entre niños, niñas, adolescentes y adultos mayores y ellos recuperan el sentimiento de utilidad, porque al generarse la ruptura con la jubilación, las personas no saben qué hacer y esto deriva en depresión”, manifiesta Luc Delannoy.

Las conexiones subterráneas del conocimiento humano

Las personas mayores necesitan ser incluidas en la estructura social por sus aportes en conocimiento, experiencia y sabiduría, lo que contrasta en la actualidad con la desconexión una vez que dejan la vida productiva, generando aislamiento y problemas de salud mental, como señala Delannoy: “el ultraliberalismo nos ha convencido que somos mercancías que podemos vender, comprar y cada vez somos inservibles más tempranamente, en medio de estos proyectos de sociedad, Neuroartes pone los fundamentos de un proyecto de sociedad basado en un nuevo paradigma que es la ruptura total con la física clásica, que considera que todo obedece a leyes matemáticas preexistentes, que todo es determinado, que no hay subjetividad, que todo pertenece a una estructura más grande. El paradigma cuántico da “vuelta la tortilla” y vuelve a poner en la conciencia la naturaleza, pone al observador como actor, nosotros somos en la naturaleza, si logramos cambiar el paradigma, la cosas empiezan a cambiar. Neuroartes es un poco eso: unir diferentes disciplinas, diálogos transdisciplinarios y transculturales sobre cuestiones fundamentales de la naturaleza humana, nosotros hemos desarrollado como especie, los procesos creativos y  podemos volver a ser creativos. Estamos convencidos que la especialización no favorece la creatividad, lo que favorece es la apertura del dialogo transdisciplinar: la vida subterránea. No necesitamos más conocimiento, necesitamos generar habilidades creativas para articular  conocimientos y aplicarlos en nuestra vida cotidiana como individuo y comunidad, entonces, trabajamos con filósofos, artistas, médicos, sicólogos psiquiatras, antropólogos, físicos en pro de ello”.   

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