En temporada de alta circulación de virus, las enfermedades respiratorias en la infancia, como la influenza y el virus sincicial, se convierten en un importante problema de salud pública. En este contexto, la educación en salud cumple un rol fundamental en la prevención, ya que permite fortalecer el control de estas enfermedades y reducir la necesidad de atención de urgencia.
Annette Rebolledo, académica coordinadora del Centro de Atención Kinésica de UDLA Sede Viña del Mar, comenta que un estudio reciente realizado por la Sociedad Chilena Pediátrica (2023), refiere que “el 66% de los niños con enfermedades respiratorias crónicas están expuestos a factores de riesgo principalmente dentro del hogar, como el polvo, ácaros y el humo de tabaco. Además, el 54% lleva un estilo de vida sedentario, lo que afecta su bienestar general. En muchos casos, estos deben ser hospitalizados por crisis que podrían prevenirse con medidas sencillas y eficaces”.
La kinesióloga señala que la implementación de programas educativos preventivos permite aumentar significativamente el conocimiento de la población sobre las enfermedades respiratorias, lo que tiene un impacto positivo en el aprendizaje. Además, indica que la cantidad de hospitalizaciones por crisis respiratorias puede reducirse de un 25% a solo un 6%.
“Como kinesiólogos y profesionales de la salud, nuestro rol fundamental es la promoción y prevención a través de la educación de las patologías crónicas, su proceso terapéutico y cuáles son las recomendaciones para mantener la salud respiratoria. Un entorno saludable y la información adecuada pueden marcar la diferencia en la vida de los niños y sus familias”, menciona.
- Mantener un ambiente libre de alérgenos: evitar la acumulación de polvo, ácaros y la humedad en casa, realizando una limpieza frecuente y amigable con el ambiente como, por ejemplo, preferir aspiradoras en vez de escobas que levanten polvo.
- Evitar el humo del tabaco y otros irritantes: es fundamental no fumar cerca de los niños y reducir el uso de aerosoles o productos con olores fuertes, como sprays desinfectantes, perfumes, cloros directos al piso, entre otros.
- Fomentar la actividad física: el ejercicio y la actividad física en general fortalece el sistema inmune y respiratorio, mejorando la capacidad funcional de los pulmones.
- Vacunarse: la vacuna contra la influenza y el virus respiratorios sincicial es fundamental para prevenir infecciones graves. Es importante revisar el calendario anual según la edad de los niños.
- Enseñar técnicas de respiración y control del asma: es importante hacer un buen uso de inhaladores y aplicar técnicas de relajación cuando se enfrenta una crisis, ya que pueden hacer la diferencia en un evento de urgencia.